miércoles, 26 de septiembre de 2012

                                   Nuevos rostros del protestantismo dominicano.

  Por Robert A. Bueno Ramos

Introducción.
 El presente trabajo es un intento de explicar y ubicar el discurso de la población protestante en República Dominicana. El discurso que las iglesias ha contribuido en los últimos años ha sido como reacción al reconocimiento de su peso poblacional, a su condición de religión tolerada y a su deseo de entrar en dialogo con la sociedad. Este trabajo no pretende ser concluyente, sino levantar algunas pistas parta el futuro tratamiento de un tema que resulta interesante para conocer la vinculación entre la religión y la sociedad. 

Nuestro punto de partida es que la religión y la sociedad se mueven en un marco de autonomía relativas donde las diferencias sociales pueden incidir en lo religioso, y a su vez lo religioso puede afectar el contorno social, sin la necesidad de reducir un aspecto al otro.(1)

De ahí, que se entienda que el protestantismo ha estado asimilados y respondiendo a elementos de la realidad nacional. Metodológicamente trataremos de “encuadrar“ los discursos estudiados en cuatro tendencias haciendo una abstracción con valor ilustrativo.

Reconocemos, justo es hacerlo, que estas “ etiquetas “ no lo dicen todo y que los cruces entre las diferentes tendencias son una realidad insoslayable; de hay, es necesario que se declare su carácter operacional. En el desarrollo de estas ideas se intenta ubicar los posicionamientos dentro del espacio cultural tratando de descubrir que dice y espera el protestantismo en el seno de la sociedad dominicano. En este sentido, se leen los discursos protestantes valorando como estos ven su rol en la sociedad y sus posiciones frente al estado. 

1. El contexto dominicano.
 En las últimas décadas la República Dominicana ha experimentado cambios sin precedentes en su confirmación social que van desde factores demográficos hasta cuestiones culturales que han levantado un nuevo rostro de lo que somos como nación y conglomerado social.

1.1 Una población en movimiento. Las migraciones dominicanas han sido bastante notables desde la caída de régimen de Rafael L. Trujillo en 1961. Hasta ese momento la sociedad estuvo cerrada hacia el exterior y en su interior la inmovilidad y el silencio resistente eran el sello de un mundo de dolor. La caída de la dictadura facilito una explosión social en la que tan solo el indicador de la urbanización seria suficiente para demostrar los grandes cambios productivos. Este crecimiento urbanístico estuvo conectado con el modelo desarrollista que en todo América Latina se impulsaba. En el caso dominicano podemos presentar como ilustración algunos indicadores demográficos; por ejemplo, en 1950 la población urbana era el 23.8%, en 1981 el 52.0% de la población nacional, y en el ultimo censo de 1993, la población total se incremento en mas de 1.5 millones, experimentándose en la ciudad de Santo Domingo un aumento de mas de 500,000 habitantes, además se registro un mayor crecimientos en los núcleos urbanos de San Cristóbal y Santiago de los Caballeros; estos nos indica que mas de un millón de habitantes han llegado a engrosar las ciudades de mayor población. (2)

Esta realidad ha sido producto de un crecimiento flujo migratorio interno y externo; la dinámica hacia el exterior ha sido creciente, con Nueva York y Puerto Rico albergando un estima de más de medio millón y cerca de 100,000 mil dominicanos respectivamente. (3)

 Estos cambios demográficos no son mas que productos de las políticas de cortes desarrollista implementadas por el periodo del gobierno reformista de 1966-78, caracterizado por una gran preocupación por el desarrollo de infraestructura física de comunicación terrestre y facilitar de esa forma la industria que vendrían a sustituir las importaciones que suplían las necesidades básicas de los habitantes. Las condiciones estaban dada para levantar los parques industriales en la zona urbana de Santo Domingo mínimamente el Estado podía garantizar algunos servicios públicos a la masa de obreros que absorbería la naciente industria nacional donde ocurriría la formación de una burguesía nacional capaz de ponernos en el mundo desarrollo, sin dudas bajo la sombra delo Estado protector se forjaron cuantiosa fortunas pero nunca preocupadas en invertir en suelo dominicano. El resultado ha sido creación de un país con múltiples rostros teñidos por una gran franjas de dominicanos/as (alrededor de 60%) que viven por debajo de la línea de la extrema pobreza, un desempleo enorme y una economía inmersa en una larga secesión ocupada en recaudar las divisas que representan la creciente industria turística la cual genera poca empleomanía y grandes ganancias que se quedan en el extranjero.(4)

 En la actual coyuntura un clima desesperanzador domina el espectro dominicano frente a una corrupción generalizada, partidos políticos mayoritarios con practicas y discursos gastados, y el imperio del “sálvese quien pueda” donde los nacionales ponen en peligro sus vida para migrar a Puerto Rico o hacen lo indecible para conseguir el sustento diario tratando de resistir a un capitalismo salvaje y lite.

 1.2 Los sueños que nunca llegaron. Una explicación viable para tantas mudanzas es el trágico desplome de las ofertas de modernización que nunca experimentamos de la forma que las élites intelectuales de derecha e izquierda nos la plantearon, en el primer caso porque era imposible esperar un desarrollo sostenidos que nos lleva a vivir la plenitud del capitalismo si dentro de si contiene vicios y defecto que imposibilitan el paraíso prometido. En el lado del socialismo, el mundo entero ha experimentado como muchas ideas libertarias pueden ser altamente opresora y deshamanizantes. Pese a su situación marginal en el contexto del capitalismo mundial la República Dominicana no escapa a la crisis de los paradigmas de la modernidad. La décadas de los ochentas provoco la necesidad de un repensamiento de la situación dominicana en gran medida causado por la insatisfaccion generalizada de la población y por un gran número de voces alternas que se han levantado cuestionando los discursos que levanta el liderazgo tradicional.

 2. Las corrientes evangélicas.
 En el relato de la reciente historia y composición social dominicana es fácil notar que la décadas de los ochentas ha significado una ruptura con la forma de encierre y silenciamiento que prevalecieron hasta los setentas, aunque los avances han implicado una lenta transición democrática que no mantienen siendo victima de tendencias autoritarias. En el antiguo escenario se pueden registrar dos reacciones en el seno de la comunidad evangélica la que caracterizo de la siguiente manera: la dominante conservadora, que asumía que sus cristianos no tenia que decir nada a la sociedad; y una segunda corriente, minoritaria, que a partir de teología neoevangelica y neootodoxias-liberacionista entendía tener responsabilidad de cuestionar el régimen autoritario balaguerista a partir de una postura entre lo democrático radical y el socialismo altamente respetado en las décadas pasadas.

 La nueva realidad ha forjado, en mi entender, un abanico mas amplio de posiciones que reflejan el aumento de pluralidad en el seno del protestantismo, fenómeno que ha permeado toda la sociedad dominicana. Estas tendencias las hemos enmarcado en las orientaciones conservadoras, neoconservado, critica-social y postmodernas. (5)

  Otro factor que se ha facilitado asumir postura mas diversas es el crecimiento cuantioso en términos numéricos provocando una actitud más activa del protestantismo; el hecho de que encuesta del 1964 registraban una población evangélica de 16,500 de un universo de 3, 2000,000 almas, y ya en 1994 (a solo 30 años) la encuesta Roper estima en un 6% la población que se declara “evangélica o pentecostal” lo que significa, aproximadamente, medio millón de habitantes.(6)

 2.1 La corriente conservadora. El término, lo encontramos buscando su paralelismo con la corriente socio-cultural que se resiste a cualquier tipo de cambio y que se encierra en un ethos forjándose como terreno tosco para aceptar dialogar con otras corriente presentes en la sociedad y dentro del mismo protestantismo llegando a demonizarlo todo.

 En el mapa protestante esta presente en el fundamentalismo de iglesia misioneras de origen norteamericano, y en el pentecostalismo tradicional dominante y mayoritario; pero su reinado en el momento esta altamente cuestionado por la presencia neoconservadora y postmoderna respectivamente, las cuales describiré más adelante. Esta postura es más que evidente en las posiciones publicas de la Confederación Dominicana de Unidad Evangélica (CODUE) si bien miran la Reforma protestante como el punto de ruptura con el oscurantismo religioso y el atraso socioeconómico no toda la agenda de la sociedad moderna le luce digerible lamentando de que el proyecto del verdadero Estado propuesto por los reformadores no se estén haciendo realidad.(7)

 Un extenso documento emitido por el CODUE deja claro que si bien hay una problemática profunda a nivel social en la nación dominicana están convencidos que el conflicto es de índole espiritual como señala en el siguiente párrafo: En los últimos años, el Señor ha estado introduciendo un gran énfasis en la batalla espiritual en las naciones. De manera muy especial, Latinoamérica ha venido a resultar un último reducto de una fuerza espiritual infernal, que en sus últimos aleteos hace pareja en una lucha despiadada junto al maligno, lanzando al mundo espíritu de muerte. Este preámbulo abre el espacio de sus conclusiones finales donde el énfasis se pone en la oración y en la evangelización. En la agenda aparece “el levantar la voz profética de la iglesia para presentar defensa en contra de cualquier situación”, ésta última expresión denota la actitud un tanto de perseguidos que por años han sentido las iglesias protestante, frente a lo cual se a reaccionado, a veces, magnificando el asunto.

Es justo reconocer que no pocas veces sectores católicos romanos dominicanos por actitudes intolerantes han provocado situaciones evidentemente persecutorias, aunque no parece ser la actitud dominante en el seno de la iglesia oficial. El surgimiento de CODUE mismo ilustra una actitud de reservar la corriente conservadora que pareciera diluirse por lo cual en cada uno de sus pronunciamientos públicos trata de colocarse como la verdadera vocera de la población evangélica como lo hizo meses antes de las elecciones nacionales de 1994 donde desautorizaba el uso de la denominación de “evangélico” para actividades políticas y recalcó su hegemonía recordando que tiene en su matricula el 80% de la comunidad evangélica. CODUE es sólo una expresión organizada y fuerte, pero no aislada.(8)

 En el seno de la comunidad evangélica hay líderes de reconocimiento nacional que se pueden ubicar en ésta corriente como seria el caso de Alfonso Lockward quien desde sus libros y artículos periodísticos anuncia por encima de todo la prioridad de rescatar almas entendiendo “ que los prohombres que luchan por causas justa, serian más digno si lucharan por el evangelio”. Lockward entiende que la responsabilidad del cristiano es un a obra de caridad espontánea y de carácter individual “que surge del amor”, evitando un voluntarismo que siente pautas en la sociedad.(9)

 Algo notorio de este discurso conservador es ver todo de una manera pesimista donde solo la intervención divina puede resolver, si bien señalan los problemas sociales (enfatizando lo que tiene que ver con la moralidad) en ningún momento hablan de sus causas. Los grupos e individuos que promueven esa tendencia a enfatizar en origen moral de la crisis social y la tarea urgente de conquistar “las almas” sin entrar en contradicción con el statu quo y declarando una especie de “batalla espiritual” para rescatar la sociedad dominicana del pecado.

 2.2 La corriente neoconservadora. Sin dudas éste es el rostro mas publico en los momentos actuales, sus voceros procuran estar presente en todos los medios de comunicación social y de manera conciente activan esta presencia porque sueñan con la sociedad mayoritaria evangélica que plasme todo el ideal político, social heredado de la Reforma protestante teniendo como sus modelos los países occidentales, los cuales se entienden inspirado por los principios éticos-religiosos del movimiento de siglo XVI. Esta corriente se autodefine como progresista, pretendiendo reconstruir el modelo de cristiandad con nuevo sentido tomando en su agenda los temas críticos sociales.(10)

 El neoconservadurismo reacciona a la cultura de la modernidad, pero encuentra en su génesis “ciertas virtudes” las cuales hay que rescatar; el sistema capitalista hay que reformarlo para que refleje esos valores ya que el es el producto de la Reforma. En el caso protestante, establecer una sociedad moralmente sana donde el cristianismo conviva con la pluralidad de ideas pero teniendo un peso mayor en la sociedad.(11)

  En el caso dominicano es palpable que la necesidad que ven estos sectores de tener un papel de vanguardia en las reformas políticas y sociales es reforzada por el crecimiento demográfico protestante; en esto incluso coinciden con la agenda de amplios sectores de la iglesia católica dominicana que también se resiste a perder el control de las demandas de cambios y reformas de la sociedad dominicana, procurando asegurar su influencia publica más allá de las reformas políticas y sociales que realizan en el país. Dentro de los evangelios, Braulio Portes y J. Alberto Martínez son las expresiones más altas de estas posturas junto al Organismo denominado Confraternidad Evangélica Dominicana (CONEDO). Sus posturas públicas son ampliamente difundidas y, de hecho, es el organismo que en los últimos años ha funcionado como especie de vocero de los evangélicos (hasta la aparición de CODUE) en los medios de comunicación y en sus diálogos con dirigentes públicos, pese a que sus posturas no son producto de un consenso entre las denominaciones en el país.(12)

 En los párrafos siguientes pretendemos esbozar los énfasis de la corriente dejando escuchar a los que consideramos sus exponentes.

 2.2.1 Dominio de los valores morales en las reformas sociales.
 EL CONEDO dio a conocer un documento llamado “Lineamiento generales para la elaboración de una agenda de consenso para el pueblo dominicano” donde indican sus propuestas hablando de la reforma religiosa y la reforma moral que necesita el país. En el aspecto moral quienes suscriben el documento inician el apartado con el párrafo siguiente: El desenvolvimiento cotidiano de la sociedad dominicana indica claramente que los mecanismos con lo que la misma cuenta para mantener la relativa pureza a que tienen derecho sus generaciones no están surtiendo los efecto deseables.

Ello explica la popularización que han alcanzado aquellas practicas que se suponen reservadas a la intimidad; como también la normalidad y simpatía con que al parecer son recibidas las acciones aberrantes y a todas luces condenables.(13)     Esta agenda moralizadora se entiende como una prioridad pues la nación tiene que recuperar el mundo de valores que se deshace. La fe cristiana, se supone, que debe vaciarse en los códigos legales y cánones tradicionales, en otra palabra la religión no puede perder los espacios públicos. Todas las acciones publicas deben ser censuradas o reglamentadas para no exponer a la familia a “...materiales pornográficos, expresiones y movimientos insinuantes a todas luces eróticos”. (14)

 Braulio Portes asegura que la crisis dominicana en el fondo es moral, aunque tenga rostro socio-político y la propuesta para salir de tal situación es la sociedad “socio-espiritual” capaz de levantar un estado diferente que se inicia con una revolución moral, una ética ascética y el trabajo como valor central.(15)    Como bien señala el teólogo y sociólogo José Ma. Mardones la propuesta neoconservadora entiende que la vuelta a la ética puritana del trabajo es imprescindible para el estadio donde se encuentra la sociedad en estos momentos.(16)

  2.2.2 La tribuna evangélica. Hemos reseñado la importancia que tiene poner la religión en un lugar visible; incapaz de enmudecer frente a los acontecimientos sociales, y tratando que la corriente secularizadora no destruya sus espacios. En el caso del protestantismo dominicano por ser una minoría nunca ha tenido espacio tan visible en la sociedad dominicana; el catolicismo romano ha controlado todo el universo religioso dominicano como religión oficial. En ese escenario concreto es que ésta tendencia entiende que el talante protestante tiene mucho que aportar a la sociedad.

 En una larga entrevista a Braulio Portes una reportera del periódico El Siglo comentó el cambio de actitud de los evangélicos reconociendo que en el presente se están pronunciando sobre diversos problemas nacionales; en la misma entrevista el pastor Porte expresó que CONEDO había superado “la mentalidad místico-religiosa” y que “los evangélicos se van a seguir uniendo, organizando, ocupando territorio e influencia en todo el país” (17)

 Martínez, por su parte, entiende que las fuerzas evangélicas deben unirse estableciendo metas comunes para configurar una voz y presencia profética protagónica, ocupando el lugar vacío que han dejado otras instancias sociales al perder su credibilidad, así que la iglesia tratará de involucrarse en la estructuras de la sociedad para que la religión sirva a favor de la promoción humana.(18)  Estas posiciones ganan espacio por su amplia defunción pero olvidan cuestionar las causas ultimas de los problemas sociales reduciéndolas a cuestiones morales o “ particulares” como señala Martínez. (19)

  La reflexión final seria preguntarnos si la pretensión de toda la sociedad sea arropada por los valores cristianos no nos colocamos nueva vez en la triste realidad de un mundo intolerante y donde la Iglesia se infla con tendencias al autoritarismo imposibilitando expresiones de disidentes; evitar el constantinianismo o modelo de cristiandad tanto de católicos como de protestante es lo mínimo que exige la sociedad del presente.

 2.3 La corriente crítica-social. Esta ha sido una expresión minoritaria en el mundo protestante dominicano. Se le puede ubicar no como un colectivo o denominación sino en el trabajo pastoral de laicos y pastores que miran la sociedad dominicana de manera crítica; en diferentes espacios se expresan en contra del sistema capitalismo dominante proponiendo y construyendo testimonios donde el horizonte se refleja la aspiración socialista o una democracia radical.

 La ubicación ha estado mas bien en las organizaciones comunitarias, en las organizaciones no gubernamentales (ONG`s) de orientación socialista y en prácticas personales en las instituciones paraeclesiáticas. Como señalamos al principio del trabajo teológicas están en el fondo de ésta ubicación social, la neo-ortodoxia liberacionista que se encuentra en personas provenientes de Iglesia Evangélicas Dominicana y en la iglesia Episcopal Dominicana, generalmente. La neoevangelica fiel a la neoevangelica conservadora pero en el espectro político social comprometida con el cambio social. Algunos de sus exponentes podrían encontrarse en personas influenciadas por el ministerio de la Asociación Dominicana de Estudiantes Evangélicos (ADEE).

 La postura crítica se puede percibir en dos documentos diferentes, uno emitido en la semana santa de 1994 por la iglesia Evangélica Dominicana (IED) y el documento emitido en Octubre a pocos días de iniciar la 4ta reunión de la Confederación Episcopal firmado por el “ Grupo de Reflexión Evangélica”. El documento de la IED es de corte pastoral pero apuntala con mucho acierto lo que es su visión de la sociedad y su interpretación del significado de la muerte y la resurrección de Cristo para la realidad dominicana expresando que lo esencial que nos enseña Jesús es la ley del amor y en algunas preguntas retóricas, como las que transcribimos, van señalando su postura de crítica social: ¿Podemos nosotros asegurar, aunque sea en termino generales, que nuestra sociedad se conforma a las demandas practicadas del amor? ¿Podemos pararnos frente a la cruz, sin rubor, y declararnos inocente de la sangre del justo? ¿Está nuestra sociedad asegurando el respeto de los derechos de todos los ciudadanos especialmente de los mas débiles?(20)

 En el documento se exponen las causas de los problemas dominicanos sin reducirlos a asuntos puramente morales; por ejemplo, cuando se refiere al sistema judicial condena la practica de vender sentencia e irónicamente comentando que hay ciudadanos: “... que pasan meses y hasta años cumpliendo prisión por robar una gallina, mientras lo que navegan en la opulencia desfalcan el erario publico”. Su propuesta básica gira en la dirección de construir una sociedad “fraterna y solidaria” teniendo en cuenta los valores del reino de Dios y termina alentando a quienes “en tantas formas son crucificados por injusticia y miseria”.

 Esta visión a nuestro juicio, se enmarca en una propuesta diferente o alterna al sistema social prevaleciente. Es notorio que en el documento no hay preocupación por formas o la intención de presentar los aspectos morales o espirituales como nivel básico de interpretación de los problemas o causales de los mismos. Por otra parte, la declaración del “Grupo de Reflexión Evangélica” está encuadrada en las disputas públicas que sostuvieron sectores católicos romano y protestantes en ocasión de la celebración oficial del V centenario. La nota de prensa lamenta que ambos sectores visualizan el evento sin importarles la “verdad” histórica pretendiendo olvidar su complicidad de acciones inhumanas que se cometieron durante la colonización y lo expresan de la manera siguiente: “Estos son tiempos de arrepentimiento, de con humildad reconocer errores al participar en el mercado de esclavos negros, uno, y el otro, en el exterminio de toda una raza”.(21)

 El llamado final es que tanto católico como protestante unan esfuerzos para combatir la pobreza y el daño a los recursos naturales. Es evidente que ésta tendencia tiene su mayor expresión en la praxis socio-político y cultural con el interés encamine el debate en dirección de sensibilizar a la comunidad nacional y a las personas cristianas; en parte, esta actitud se podría explicar por la intolerancia que han sufrido de los sectores mayoritarios de las iglesias que denomizan todo lo que huele a marxista o de izquierda porque es “político” y ateo.

 2.4 La Corriente postmoderna. Llamamos postmoderno siguiendo el uso planteado por Mardones entendiendo que hay una nueva “sensibilidad cultural” distinta a los que estuvimos viendo en décadas pasadas. Lo postmoderno es indefinible pero parece existir consenso por lo menos en lo que son temas y características sobresalientes como la creencia en el fin de la historia, escepticismo, hedonismo, alta sensorialidad, reinado de lo “lite”, un mundo sin ética o valores fuertes, reconocimiento de la pluralidad cultural, fragmentación del individuo, entre otras expresiones muy presente en el mundo actual.(22)

 En mi apreciación ésta nueva condición cultural a afectado un sector importante de nuestra comunidad evangélica, en especial, las nuevas expresiones pentecostales o carismáticos dominicanas, caracterizadas por su énfasis en lo experiencial y lo místico olvidando toda la ética rigurosa que reina en las iglesias tradicionales. Quizá la liturgia ha sido lo mas renovado, este tipo de cristianismo hace del cántico lo central acompañándolo de danzas y coreografía que un lustro atrás podría conllevar la expulsión de cualquier iglesia. Esta novedosa manifestación que se extiende en sectores jóvenes de clase media y alta, parece tener una gran proximidad con los valores culturales que se van imponiendo por lo facilita la captación de seguidores. 

Algunas características de estas iglesias son contra un liderazgo pastoral procedente de una exitosa practica profesional, su carácter de independientes ( sin filiación denominacional), vinculación son ministerios similares en los Estados Unidos, uso de los medios de comunicación social, énfasis en el éxito del cristiano (“teología de la prosperidad o restauración”), indeferencia “ aparente” a los problemas sociales, hablan de una religión interior, entre otras características.

 El talante postmoderno también influencia forjando un cristianismo antintelectual que no le preocupa el afán fundamentalista por la apologética viviendo su fe sin grandes preocupaciones por “legalismo” u ortodoxias sino vivirla en la plenitud de su interioridad. La expansión de esta tendencias preocupante para los sectores conservadores quienes por años impulsaron un estilo de lo que era ser evangélico(23), no obstante, hay elementos valiosos en esta tendencia como son el renovar la liturgia, una búsqueda de la “plena religión” (no solo la razón puede explicar las verdades ultimas), y una religión mas esperiencial.

 3. ¿Hacia dónde vamos? Los rostros del protestantismo aquí expuesto parecen presagiar un futuro poco halagüeño pero preñado de posibilidades. Estas surgirán del cruce de ideas culturalmente prevaleciente como el énfasis en lo micro, es la iglesia como comunidad;: en la valoración de la realidad plural que vive la sociedad; en una constante criticas a sectores dominantes insensibles exigiéndoles el respecto a la vida que merecen todos los ciudadanos dominicanos; en una iglesia capaz de auto criticarse por su atrincheramiento “ apolítico” o por su voz vanguardista pretenciosa de tener ella la soluciones finales. La nación dominicana esta sumida en una pobreza cada dia se multiplica a un debilitamiento del Estado para poder suplir mínimamente los servicios básicos para sobrevivir. Vivimos en una “modernidad incompleta” o sencillamente colonial, de ahí que lo de postmoderno hay que entenderlo desde esa realidad donde conviven el espacio mas mísero con centenares de antenas capaces de estar sintonizando a ESPN o CNN.

 La cuestión sería como construir un rostro que sea capaz de reflejar los valores del reino, que se formulen línea pastorales que tengan como su criterio de validez y pertinencia la realidad de las personas que sufren por la injusta distribución de los bienes forjando pequeños espacios de esperanzas donde la iglesia trate de emitir el compromiso de Cristo.

 Referencias.
 1Otto Maduro, Religión y luchas de clases ( Caracas: Editorial Ateneo de Caracas, 1979) p. 125.
2 Guillermo Tejada, “población RD: 7.08 millones,” Listin Diario, 6 de Septiembre 1994, p.1.
3 Edmundo Morel, “La construcción del tejido urbano,” Estudios Sociales, 89/90, (1992): 103-118.
4 “ Los pobres y la inversión pública,” Rumbo, 21 de Noviembre de 1994, p.20.
5 Cf. Ernest Gellner, Postmodernism, reason, and religion (New York: Routledge,1993); Jose Ma. Mardones, Postmodernidad y neoconservadurismo ( Navarra: Editorial Verbo Divino, 1991).
6 Rays Rosales, The Evangelistism in Depth Program (Cuernavaca: Centro Intercultural de Documentación, 1968), p. 21; Fausto Rosario Adarmes, “La participación de la iglesia en política: ¿ Buena o Mala?,” Rumbo, 20 de Junio de 1994, pp 44-45.
 7 CODUE, “proclama de la Confederación Dominicana de Unidad Evangélica ( CODUE),” El Tiempo Final, Octubre de 1993 pp. 12-13.
8 Pilar Moreno,“CODUE desautoriza grupos políticos”, Hoy, 15 de Febrero1994 p.9
9 Alfonso Lockward, La responsabilidad social del creyente (Miami: Unilit, 1992pp.36,47. El texto esta lleno de referencias que condenan el marxismo como el capitalismo, incluso se condena el imperialismo de Estados Unidos todo muy cónsono con un discurso de la derecha neonacionalista dominicana quienes han denunciado el injerencismo de EU. El autor es dirigente del partido conservador PRSC que encabeza el presidente Joaquín Balaguer.
 10 Pablo Richard, “Neoconservadurismo en América Latina”, Concilium 161, (1983): 92-102.
11 M. Novak, El espíritu del capitalismo democrático ( Buenos Aires: Tres Tiempos).
12 El mundo protestante es bien plural y la tendencia actual indican un desarrollo iglesias independientes, de hay que el tener reunida y en acuerdos las denominaciones históricas no garantiza ver y escuchar la gran cantidad de iglesias que no responden a ninguna denominación pero poco a poco controlan el mapa religioso dominicano.
 13 CONEDO, Lineamiento generales para la elaboración de una agenda de consenso para el pueblo dominicano (Santo Domingo: Impreso Rodi,1994), p. 5.
14 Ibid, pp.5-6.
15 Véase Braulio Portes, La cristianización nacional (Santo Domingo: Vanesa Printing, 1991)pp.13,16,52-58.
16 José Ma. Mardones, Op. cit, pp. 83-84.
17 Sandy Lockward, “Evangélicos trazan pautas para la unidad” El Siglo, 29 de Marzo 1994, p. 8.
18 J. Adarberto Martínez, El reino de Dios y las estructura de poder (Santo Domingo: EDUNEV, 1993), pp. 12, 15, 21, 68.
19 Ibid, p. 15.
20 Iglesia Evangélica Dominicana, “Al pueblo dominicano”, Hoy, 31 de Marzo de 1994, p. 5.
21 Grupo de Reflexión Evangélica, “Grupo de Reflexión Evangélica dice rechaza la intolerancia”, El Siglo, 8 de Octubre de 1992, p. 2.
22 José Ma. Mardones, Postmodernidad y cristianismo : El desafió del fragmento (Santander: Sal Térrae1988); Luis Gonzáles, Ideas y creencias del hombre actual (Santander: Sal Térrea, 1993).
23 Para muchos es un dolor de cabeza el hecho de que una iglesia de la expresión que hemos denominado “ Postmoderna” celebre el fin de año con una fiesta bailable o el hecho de que un departamento de relaciones publicas de una tabacalera casi todo el equipo de trabajo sea miembro de una iglesia con las características mencionadas.
 (Trabajo presentado en Noviembre de 1996 en la Asamblea de la FTL en Santiago de Chile)

jueves, 20 de enero de 2011

El Ecotour de SDE



Arrancó una buena iniciativa para que la gente se ponga en contacto con la naturaleza del Santo Domingo del Este: El Ecotour. Una idea brillante que esperemos duré mucho tiempo. La idea es que con 100 pesos usted pueda abordar un autobus que rodando por todo el SDE le va a llevar por tres puntos de interes: El Acuario Nacional, La Reserva Natural Los Tres Ojos y al Parque Nacional Manantiales del Cachón de la Rubia.

Son tres paradas que se pueden disfrutar en familia. Los tres sitios están muy bien cuidados, no así el Parque Juan Pablo II que es el punto de partida en la Ave. Venezuela. Esta sucio, su área de juegos infantiles abandonada y fuentes que son criaderos de mosquito.

Uno de los puntos que será el más débil es el de la transportación. La OMSA dispuso de tres autobuses impulsado por gas natural, pero la verdad es que uno se quedo fuera por asuntos mecánico, y los dos restantes lucían un tanto pobre para la travesía. Los choferes no conocían mucho la ruta (el de la foto arriba es el ejemplo, tuvo que ser empujado por los usuarios del servicio). Otra cosa que debe ser mejorada es el servicio de información de los guías, era obvio que tenían poco conocimientos y sin un instrumento de amplificación de su trabajo la cosa era mas que insoportable.

Hay que reconocer que es una brillante idea del Ministerio de Medioambiente, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, la Omsa, el Ministerio de Turismo y la gente de ORANGE que está patrocinando la propuesta.

viernes, 17 de octubre de 2008

La comunidad del Rey


Reseña bibliográfica

Snyder,  Howard A.. 2005.  La comunidad del Rey. 2da edición revisada. Traducido por Victoria Bonino de Altare. Buenos Aires: Ediciones Kairós

Snyder conocido teólogo de Estados Unidos y muy conocido en America Latina por sus vínculos con nuestro mundo es el autor de este libro originalmente publicado en ingles por la Intervasity Press en el 2003.   En la actualidad es profesor del Asbury Theological Seminary en Kentucky donde enseña historia y teología de la mision. Un dato muy importante del autor es que fue unos de los expositores en el congreso de Lausana en 1974 donde se dio forma al Pacto de Lausana.

En la introducción del texto, el cual esta bajo la dirección editorial de C. Rene Padilla, se señala la existencia de una “laguna eclesiológica” en la teología cristiana (Pág. 12), y en la contraportada, se presenta el texto como “indispensable para el estudio de la iglesia y su misión en el mundo contemporáneo”.

El autor desde el prefacio anticipa que el “libro investiga la relación entre la iglesia y el reino” (Pág. 8).  El texto esta organizado en tres grandes partes donde se encuadran 11 capítulos.  Las tres partes principales son percibir el reino (del capitulo 1 al 3), entender la comunidad del reino (del capitulo 4 al 6) y encarnar la comunidad del reino (del capitulo 7 al 11).

 En el primer capitulo se aborda el contexto de la iglesia en el mundo de los Estados Unidos.  Todo el trasfondo del debate fundamentalista y la ruptura con el movimiento evangélico, evaluándose su surgimiento y posterior desarrollo. En una nota al pie de página (Pág. 25) el autor se encarga de clarificarnos las diferencias que existe en el uso del término “evangélico” en los Estados Unidos, muy distinto al de America Latina que se equipara a “protestante”. En los Estados Unidos más bien se refiere al sector protestante que se distanció del movimiento fundamentalista para recuperar la dimensión social del evangelio y redescubrir “la inquietud social prefundamentalista del movimiento evangélico de los siglos anteriores” (Pág. 26).

 En America Latina se le ha llamado a esta tendencia teológica “neoevangélicos”, “evangélicos radicales” y “evangélicos sociales”, todas estas denominaciones han tratado de explicar el posicionamiento teológico influido o de mucha cercanía por ese movimiento en los Estados Unidos.

Los tres primeros capítulos son densos en una esquematización del problema que aborda el texto. Hay que destacar en el primer capitulo los cinco elementos de la perspectiva bíblica que el autor trabaja en todo el texto (Págs. 40-43):

1) Énfasis en la dimensión cósmica del evangelio, 2) Una recuperación de la amplitud dinámica de la Palabra de Dios, 3) Recuperación del sentido de la historia, 4) Énfasis en la ética del reino, y 5) Una mirada cristiana de la cultura.

Les dejo esta cita textual: “La Palabra es, supremamente, Jesucristo (Jn 1.1,1.14).  Debemos ser lo suficientemente sabios como para continuar afirmando que la Biblia es la infalible Palabra de Dios y al mismo tiempo ir más allá y afirmar que la Palabra es mucho más que un libro.  Es dinámica, creativa, siempre nueva, “viva y poderosa, y mas cortante que cualquier espada de dos filos” (Heb 4.12).  El contexto muestra claramente que este pasaje no se refiere solamente a la Biblia.” (Pág. 41).

En el segundo capitulo se abordan los modelos de la iglesia entrando en diálogo con la propuesta clásica de Avery Dulles hasta con lecturas desde America Latina retomando el trabajo de Pedro Savage aparecido en C. Rene Padilla (ed.) 1976. The new face of evangelicalism, Downers Grove:  InterVarsity. (Existe el texto en castellano: Avila, Mariano y Manfred Grellert (editores). 1993. Conversión y Discipulado. San José, Costa Rica: Visión Mundial).

 En el tercer capitulo aborda tres corrientes nuevas de modelos eclesiásticos, según el autor.  Introduce el modelo liberador como una propuesta de la Teología de la liberación de America Latina, el Pentecostal carismático  y el modelo de la perspectiva trinitaria.

En la segunda parte del libro se aborda la dimensión bíblica de la iglesia.  Se trabaja con las imágenes bíblicas de la iglesia, especialmente con el texto del Nuevo Testamento.  El autor opta por una forma de gobierno congregacional, señalando que dentro de la iglesia hay diversidad de dones pero no existe ninguna jerarquía de su membresía, defendiendo la idea de una iglesia de laico (Págs. 159-162).  De esa manera se distancia de los modelos prebisteral o consejos de ancianos y del episcopal monárquico.

En la última sección se aborda la cuestión de la encarnación del reino. De sumo interés son los capítulos 8 y 9 donde se abordan el problema del crecimiento a la luz de todo el debate acerca de la “megaiglesias” y las diversas propuestas de eclesiología existentes en nuestra realidad. Además, aborda el problema de las organizaciones paraeclesiaticas( ministerios u ONG), tratando de dar pautas de comprensión de su rol en la sociedad y con relación a la iglesia. En el capitulo 10 aborda el desafío de lo ecuménico, un desafío bíblico que poco se entiende en el mundo fundamental y conservador.

Por último, el autor, señala 7 pasos para la renovación de la iglesia local donde recomienda estudiar la naturaleza bíblica de la iglesia, evaluar la calidad de vida eclesial, evaluar los dones, superar continuamente la dicotomía clero-laicado, plantar nuevas iglesias, auspiciar grupos pequeños de comunión e identificar segmentos de la población con apertura al evangelio.

En resumen, es un libro muy interesante del cual podemos aprender elementos claves para el desarrollo de nuestras iglesias.  Además, nos ubica en la historia de la eclesiología práctica y nos ayuda en el entendimiento de los diversos acercamientos que se han dado en el último siglo.

Es un texto fácil de leer y requiere poco conocimientos previos del mundo teológico, y cuando eso parece necesario hay oportunas explicaciones ya sea en el cuerpo del texto o en las notas al pie de pagina. Es muy útil para la discusión grupal y para servir de texto por su amplio abordaje a la eclesiología y su investigación serie del tema de la iglesia y la misión. Además, aborda muchos problemas prácticos que son las preguntas constantes de muchos cristianos sobre la vida, naturaleza, forma, organización y misión de la iglesia. 

Robert Bueno/Octubre, 2008.-

 

 

 

viernes, 11 de julio de 2008

PERIODOS DEL PROTESTANTISMO DOMINICANO




Por Robert A. Bueno
Decano del Seminario Bautista de República Dominicana(SEBAREDO)


Introducción
El estudio del protestantismo en República Dominicana es una tarea pionera aunque cuenta con trabajos de muy buena calidad como son las investigaciones de George Lockward quien recupera documentos originales del pasado siglo y ha hecho una recopilación valiosísima de los mismos.
Un problema no resuelto aún es la periodización de la presencia protestante en Santo Domingo como bien señala Bastian(1986,23) en toda América Latina el trabajo ha sido superficial. En el caso dominicano solo Darío Platt en su estudio preliminar acerca del crecimiento de las iglesias pentecostales y evangélicas en la República Dominicana(1975) publicado en 1981 bajo el titulo “Nueva Esperanza para Santo Domingo”, y el libro pionero del Dr. George Lockward "El Protestantismo en Dominicana" han elaborado periodizaciones, las cuales a mi juicio tienen limitaciones ya que no pueden integrar la presencia protestante con los procesos sociales que se han desencadenado a través de la historia dominicana.
George Lockward está preocupado mayormente por inventariar la presencia evangélica en suelo dominicano, sin delimitar su material en función del conjunto de evento de las épocas que trabaja, de ahí que va organizando su material en función de las historias denominacionales perdiendo el material un desarrollo cronológico indispensable para el análisis del protestantismo en la sociedad dominicana. La investigación deja fuera todo el período colonial y ve como el inicio del protestantismo en las migraciones de negros libertos de los Estados Unidos que se iniciaron a partir de 1824.
Por su lado, Darío Platt hace un intento de periodización de amplios períodos en función de las misiones intensionales hacia territorio dominicano dividiendo la historia en tres período: 1) Anterior a la independencia (1550-1844), 2) Esfuerzos misioneros precursores1844-1916), y 3) Desde la ocupación norteamericana hasta nuestros días (1916-1975). El mismo Platt(1981,26) nos comenta que su periodización tienes limitaciones por que habrá diferencias en cuanto a las regiones y los eventos históricos, éste autor cita a Robert Wood quien hace una división de períodos con criterios similares para América Latina; a mi juicio ambos se plantean las misiones como algo espontáneo y ajeno a otros factores de la sociedad donde solo se toma en cuenta las estrategias y los personajes que hacen la misión.
En nuestra opinión, cualquier intento de periodización tendrá que tomar en serio las aportaciones de la historiografía dominicana donde hay un consenso casi general de las distintas etapas en que se puede dividir la evolución de la sociedad dominicana.
La propuesta hecha por Bastian (1986, 24-25) se aproxima más a la realidad del proceso dominicano, aunque hablemos del movimiento liberal (eje fundamental en el estudio) como fenómeno continental este no se presenta de la misma manera en todas las colonias y tampoco se hace presente al mismo tiempo.
Historiadores como Frank Moya Pons, Roberto Cassá y Juan Bosch coinciden, por ejemplo, en no tratar en forma conjunta períodos como la intervención norteamericana de 1916 con la época de Trujillo y, mucho menos, con el período post Trujillo que entre si tienen enormes diferencias que como tal influyeron en la evolución del protestantismo dominicano.
En ese sentido nuestra propuesta preliminar es la siguiente: 1) Protestantismo Colonial (1494-1822) En éste período existe poca documentación, pero muy reveladora. Por los datos existentes podemos decir que llegaron a celebrarse cultos protestantes, prueba de esto es la denuncia que se hace de matrimonios mixtos, bautizos y biblias protestantes en la banda del norte de la isla; el desconocimiento de esto lleva a Lockward a decir que esto ocurrió alrededor de 1824 a la llegada de los negros migrantes de Estados Unidos.
2) Protestantismo de Migraciones(1822-1865). Este período esta matizado por el ingreso de más de 6,000 migrantes en su mayoría de confesiones protestantes y, en especial, de tradición metodista wesleyana. Justo es decir que las ideas y el aporte de éstos extranjeros fue importante para el desarrollo del pensamiento liberal en suelo dominicano que sería determinante para la separación de Haití, nación que por un período de 22 años tuvo el control de la parte oriental de la isla.
Un segundo momento de este período es la Anexión a España (1861-1865) el cual implicó un retroceso legislativo, ya que se eliminaron las leyes liberales que declaraban la libertad de culto e incluso se inició una persecusión a los protestantes.
3) Las primeras misiones evangelizadoras (1865-1930). Llegan los primeros misioneros, no solo con la intención de atender los migrantes de su confesión sino con la tarea de predicar a los nacionales dominicanos. Estas primeras misiones no fueron tan exitosas ya que todo este período fue sumamente convulso en terminos políticos y económicos.
Las Misiones en la intervención norteamericana (1916-1924) es donde llegan las grandes juntas de misiones a la República Dominicana. Hay un sentir ambivalente de la población ya que asociaban a los misioneros con los militares interventores. Estas misiones se caracterizaron por una fuerte inversión de recursos para hacer avanzar servicios tan importantes como la educación y la salud.
4)Era de Trujillo(1930-1961).Es un espacio donde se facilitó el ingreso de muchas denominaciones ya que Trujillo tenía total control y no permitía injerencia de la Iglesia Católica. No obstante, la labor evangelística fue pobre y las denominaciones estuvieron enclaustradas como todos los grupos sociales de la época.
5) Nacionalización de las Iglesias y Extensión de La Evangelización(1961-1994). En varias denominaciones surgen tensiones tratando el liderazgo nacional de asumir control del trabajo, junto a esto se realizan muchas actividades proselitistas y surge una tendencia minoritaria que está preocupada por la realidad política del momento.
La Explosión del Movimiento Evangélico se puede encuadrar en un período de crecimiento de las agrupaciones civiles, un sin número de agrupaciones surgen gracias a la apertura de democracia política que facilitan los gobiernos del PRD que derrotaron en las urnas el régimen balaguerista en 1978.
II.-SINTESIS DE LOS DIFERENTES PERIODOS
A. Protestantismo Colonial
La isla de La Hispaniola fue la primera en recibir piratas y corsarios protestantes en el "nuevo mundo". Al finalizar el S. XVI comenzaron a llegar extranjeros interesados en compartir la s riquezas que disfrutaban solo los españoles, paulatinamente la zona norte se convirtió en una zona donde el gobierno español no podía tener control, ya en 1602 fueron confiscada 300 biblias protestantes las cuales fueron incendiadas en plaza mayor de la ciudad de Santo Domingo. Este evento llevo al Gobernador Antonio Osorio a la drástica decisión de devastar toda la porción noroeste de La Hispaniola.
Ese evento, sin dudas, tendría un efecto desastroso para el control español de la isla ya que a partir de ahí la zona se fue convirtiendo en un espacio libre donde nacionales de pueblos enemigos de España se fueron asentando dando lugar a la creación de las agrupaciones comunales de Filibusteros y Bucaneros que se adueñaron de amplios terrenos, en especial, de la Isla de la Tortuga de donde salía a cazar y buscar alimentos a La Hispaniola. Estos dos grupos eran conformado, mayoritariamente por hombres y no le debían obediencia a ninguna nación europea, aunque predominantemente eran nacionales franceses que habían sido expulsado de la Isla de San Cristóbal.
Frank Peña(1985,34) plantea que estas agrupaciones permanecieron por largos años en la zona, aunque la población de origen Inglés fue disminuyendo permaneciendo el predominio del catolicismo en la zona y facilitando que el gobierno francés tomara cierto interés por la parte occidental de La Hispaniola.
De seguro entre los aventureros había presencia protestante de quienes se tiene noticia en toda la época colonial, pero nunca estableciéndose de manera permanente en la parte oriental ningún culto. Aunque en el 1594 se informaba que la población de la banda del norte estaba tan relacionada con los extranjeros que bautizabas sus niños con ritos y padrinos protestantes; esta denuncia la hacía el Arzobispo Ramos con gran preocupación porque ya no se respetaba la doctrina católica y la zona estaba llenas de herejes(Moya 1977,119;Bosch 1970,53).
Estas noticias provocaron las devastaciones del norte de 1606 y 1606 movilizándose toda la población hacia Santo Domingo porque así se evitaba a las almas la penetración de herejías según el Arzobispo Ramos (Moya 1977, 118). Las devastaciones preocuparon a los dirigentes eclesiásticos porque estas podrían facilitar que los herejes entraran sin ningún problema a la zona y propagaran doctrinas "conforme a la secta de Lutero" (Moya 1977,122). De hecho, poco meses después de iniciadas las devastaciones unas 16 naves holandesas aprovechando la confusión y la rebeldía de algunos pobladores le brindaron apoyo a éstos para sublevarse siempre que "abandonaran su fidelidad al Rey de España y renunciaran a la fe católica"(Moya 1977,126).
En sentido general este período está caracterizado por las luchas de las potencias europeas que se refleja en las islas caribeñas. Un evento de gran significado será la revolución haitiana que facilitaría la llegada del protestantismo a la parte occidental de la isla.
B. Protestantismo de Migraciones.
La ocupación haitiana trajo consigo una presencia de negros libertos de los Estados Unidos que se asentaron en Puerto Plata y Samaná en la costa norte y unos 1200 para Santo Domingo y la costa este. Algunos historiadores piensan que el móvil principal del gobierno de Boyer era provocar recelo a las autoridades católicas de la parte oriental quienes se negaban a trasladar la sede del arzobispado a la ciudad de Puerto Príncipe (Lockward 1982,13). Otros plantean que la presencia negra era con la intención de influir en la parte oriental de la isla con comunidades negras laboriosas y ejemplares y así "promover una nueva fisonomía social del país y despertar preocupaciones de raza que identificaran sus intereses con los habitantes de la parte francesa"(García,120). García era historiador de la época con gran adhesión a España.
Entre los migrantes de 1824 había dos ministros ordenados de la Iglesia Africana Metodista Episcopal. Uno se instaló con un grupo de migrantes en Puerto Príncipe y el otro en Samaná con 200 personas. Entre el grupo de migrantes habían metodistas, bautistas, cuáqueros, congregacionales y Wesleyanos. En Santo Domingo el gobierno haitiano cedió a los migrantes dos edificios incluyendo la iglesia de San Francisco que había sido el primer monasterio católico del "nuevo mundo".
Lockward(1982,30-32) recoge documentos de la época donde se pone en evidencia el revuelo que estas migraciones estan teniendo en los Estados Unidos donde sociedades de hombres blancos estan apoyando el éxodo para facilitar la libertad de los esclavos negros. Un documento de la época señala que aunque la Sociedad pro Emigración a La Hispaniola "no sustenta ningún punto de vista misionero en particular, sin embargo no dejarán de ver con interés los cristianos el hecho de que ciertos emigrantes puedan servir de instrumento para introducir en algunas partes de la isla su fe, allí donde la verdadera religión no se conoce."(Lockward 1982,24). De ahí, que muchas sociedades de este tipo surgieron alentando la salida de negros para que buscaran su libertad en una tierra más parecida al Africa.
La característica básica de la misión que se genero por los nuevos habitantes fue la práctica de capellanía, puesto que a pesar de su presencia indefinida la fe protestante no se extendió fuera de los extranjeros y el protestantismo se miraba como fe de extranjeros. Un elemento que hay que recordar era que Boyer era un fiel católico pese a que las autoridades eclesiásticas no le asimilaban y, pese a su legislación de tolerancia religiosa en la práctica llego a impedir la celebración de culto en Santo Domingo argumentando que a los ministros wesleyanos solo se le había autorizado predicar en Puerto Plata y Samaná. Algo curioso es que el Rev. Tindall al verse impedido de predicar un domingo en la mañana fue a la misa católica, culto que crítica reciamente por inmoral e idolátrico (Lockward 1981,58).
Los dos primeros misioneros Tindall y Cardy estaban perplejos ante la inmoralidad y religiosidad de los nacionales; Tindall narra en uno sus viajes como la gente se sorprendía de que Inglaterra enviara un "padre" que no cobraba dinero por realizar actos religiosos, práctica que condenaba como "comercio sacerdotal" (Lockward 1981,123).
El esfuerzo de éstos misioneros facilitó la construcción de dos capillas, la primera en Puerto Plata(1835) teniendo una capacidad para 200 personas, aunque solo tenía 30 miembros y 2 a prueba. Factores como el idioma, la distancia cultural de los misioneros y las pesimas condiciones de la población fueron elementos que impidieron el desarrollo de los grupos protestantes.
Aunque cabe señalar que sus ideas y principios de libertad influyeron en la sociedad dominicana tanto que los grupos liberales patrocinaron un documento donde se le pedía al gobierno haitiano que permitiera la predicación de los protestantes (Lockward 1981,59).
Otro dato valioso es la tarea de alfabetizadores de los extranjeros, llegando uno de ellos a ser el maestro de Gregorio Luperón, líder de las luchas contra España y de ideas liberales.
En el corto período conocido con el titulo de ****La Anexión a España*** en la historiografía dominicana hubo un retroceso de todos los avances que los sectores liberales habían alcanzado cediéndole a España el dominio de la parte oriental donde las autoridades de la metrópolis suplantaron todos los criollos de los puestos de administración pública y eclesiástica provocando la protesta de la población.
Esta anexión a España pone en evidencia la poca convicción nacionalista de la clase dominante, aunque la corona española rápidamente defraudo las expectativas de despegue económico que bajo el protectorado se creía segura.
En el ámbito religioso, no solo los protestantes sufrieron sino que el liderazgo nacional católico fue echado de lado por su vinculación con sectores liberales. En el caso de los protestantes fueron quemados templos en Puerto Plata, Sánchez y Samaná esto por orden del Arzobispo Bienvenido Monzón (Lockward 1981,145).
Hay que tener presente que para está época si bien no encontramos evidencia para hablar de un crecimiento numérico, pero si podemos afirmar que su presencia social había crecido, aunque la discriminación era fuerte obligándolos a enterrar sus familiares en un cementerio separado junto con los que se suicidaban y algunos que rechazaban los sacramentos católicos(Wipler 1980,56).

D) Primeras Misiones Evangelizadoras
Un gran afluente migratorio y un caos en cuanto a la permanencia de las autoridades las cuales se sucedían por hechos violentos caracterizó esta época; un dato importante es que por primera vez llegan denominaciones interesadas en hacer misión entre los nacionales dominicanos, en primer orden la Iglesia Metodista Libre; además, siguieron llegando misiones de capellanía como los episcopales, Metodista Africanos y Moravos que enviaban ministros ordenados junto con los migrantes que ingresaban a la nación.
Los Metodistas Libres que a través de su ministro Samuel Mills llegaron en 1889 vía Cabo Haitiano de donde paso a Monte Cristi fundaron allí la primera capilla de su denominación, la cual se puede considerar la primera congregación de criollos; luego pasaron a Santiago junto con obreros dominicanos teniendo su primer bautizo en 1894 en el Río Yaque del Norte (Brito,32). La incursión en esta zona fue bien difícil puesto que era centro de una oligarquía emparentada con la idea de la hispanidad.
La población vio con mucho recelo el trabajo de éstos protestantes entre nacionales, al extremo que sacerdotes católicos se unían en la tarea de apedrear las frágiles capillas que se levantaban y como resultado de esa práctica resultó muerta la hermana Luisa Paulino en el 1900(Brito, 33).
Para este tiempo ya se van incubando lo que serían las grandes misiones auspiciadas por juntas misioneras poderosas en los Estados Unidos y guardando estrecha relación con el caso puertorriqueño, tanto así que se hacen varias evaluaciones por medio de visitas desde Puerto Rico. En 1911 un grupo de pastores de Puerto Rico que informan de la necesidad de servicios de salud y luego Horace Taylor del Hospital Prebisteriano iría para comprobar el asunto decidiéndose instalar un hospital en Santo Domingo que sería dirigido por el Dr. Barney Morgan antiguo decano del Instituto Politécnico de San Germán.
Este período fue crítico ya que la población dominicana asociaba las misiones con los militares y las sospechas tenían buen fundamento porque funcionarios como Samuel Guy Inman visitaron la isla y auspiciaban el trabajo de las denominaciones(Wipfler,74); por demás, Wipfler señala que un sacerdote Episcopal de la época daba informe a los Estados Unidos de la obra de Dios a través de la presencia militar.
La persecución en contra de los protestantes dominicanos tomo un nuevo giro ya que se le asociaba con el enemigo interventor, en especial, con la población del noroeste donde los Metodistas Libres estaban presentes(Brito, 52), aunque estás persecuciones no alcanzaron a iglesias como las Episcopales que la población consideraba de extranjeras(Wipfler,79). La efervescencia nacionalista alcanzó al liderazgo nativo que como en el caso de Julian Kingly de Puerto Plata se movió entre todos los pastores Metodistas para convercerlos que su agrupación debía prescindir de los misioneros de Estados Unidos y comenzar a llamarse "Asociación Misionera Dominicana"(Brito,111).
C) Segunda etapa misionera (Era de Trujillo).
Este tiempo más que nada fue de silencio pero por el clima de continuidad que facilitaba la dictadura trujillista facilitó que 15 denominaciones protestantes se establecieran en la República Dominicana; no es extraño que las misiones que se establecieran fueran de corte pentecostal y fundamentalista ya que para sobrevivir a Trujillo había que vivir divorciado de la realidad circundante.
En sentido general no encontramos ninguna palabra profética en los años del régimen y el trabajo de las iglesias era bastante discreto ya que las condiciones eran difíciles Don Israel Brito(142) nos narra que un misionero Metodista Libre tuvo que abandonar el país porque se acercó a pastorear una familia en desgracia con "El Jefe".Þ** *****
Trujillo era un personaje difícil ya que se hacía rodear de gente que le adulaban al extremo de compararlo con Cristo como vemos en una nota de la redacción del Listín Diario del 24 de Octubre de 1938:
... y estábamos acostumbrados a que fueran las fiestas de la Navidad las más grandes, las de más regocijo. Sin embargo, anoche el pueblo dominicano celebró el día del advenimiento del Benefactor, el día de su natalicio y onomástico, con fiestas cuyo esplendor sólo puede ser comparado con el de aquellas que en el mundo cristiano se celebran recordando el nacimiento del maestro de las almas, el hombre que nació en Belén. Y es que para los dominicanos el Benefactor es otro Mesías, que llegó en época en que flaqueaba la fe y salvó al pueblo...”
Incluso, obligó a algunos protestantes que escribieran en diarios del país apoyándole cuando en 1960 la Iglesia Católica comenzó a separarse de la dictadura. En sentido general, los protestantes le felicitaban por dar paso a la libertad de cultos, pero Trujillo tenía su agenda para motivar a la jerarquía Católica a devolverle su apoyo (Wipfler,115).
D) Extensión de los protestantismos.
Desde la caída de Trujillo, la fe evangélica se ha expandido por todo el territorio dominicano, se puede concluir que esto se debió a la nacionalización del liderazgo y al empuje de la presencia pentecostal.
En 1965 poco meses después de la revolución se celebró la campaña "Evangelismo a Fondo" donde el liderato nacional se creció y comenzó una época de colaboración misionera producto de cuyo trabajo se censo un total de 16,500 evangélicos(Rosales,13).
Las mayorías de las denominaciones entraron en crecimiento y crisis con el liderazgo extranjero al punto que una de las denominaciones(La Iglesias de los Templos Evangélicos) desapareció como consecuencia de las fuertes tensiones(Platt, 73).
En los últimos años los evangélicos han tomado consciencia de su peso numérico en la sociedad lo que ha hecho posible levantar un sin número de ministerios de carácter social que han fortalecido su imagen, Adalberto Martínez ha contabilizado más de 50 programas denominacionales como interdenominacionales(Hegeman 1988).
De hecho se han contabilizado más de 300 concilios o iglesias que representan una diversidad de tradiciones protestantes. En los últimos años hay preocupación por organizar una confederación lo que ha sido tarea difícil por el crecimiento de iglesias independientes de las cuales surgen liderazgo carismático con un amplio poder en la comunidad evangélica trayendo recelo en los círculos denominacionales. Esto ha facilitado el surgimiento de dos entidades que pretenden agrupar a los evangélicos: La Confederación Dominicana de Unidad Evangélica y el Concilio Nacional de Iglesias.
El Protestantismo dominicano, lamentablemente, no ha crecido en término de su teología lo que resulta evidente en la pobre preparación de la mayoría de ministros lo que ha facilitado que un liderazgo laico sea el que se reconozca en la sociedad, a veces convirtiéndose en vocero de los evangélicos.
BIBLIOGRAFIA DEL PROTESTANTISMO DOMINICANO
El presente esfuerzo procura recopilar todo los trabajos publicados que ayuden a las investigaciones múltiples que se pueden emprender para una historiografía protestante dominicana. En tal sentido, he pretendido clasificar toda la información en función de ejes temáticos que puedan ayudar en la ubicación de los materiales
Historia General
Bastian, Jean Pierre. 1986. Historia del Protestantismo en América Latina. México: Edicciones CUPSA.
Bosch, Juan. Composición Social Dominicana. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1978.
Cassá, Roberto. 1986. Historia Social y Económica de

jueves, 12 de junio de 2008

Jícara de coco

Hoy es igual que ayer, igualito. Aunque ayer fue 5 de junio. Y pensé… Solo faltan 4; no 6; embuste 9 días para el 14 de Junio. Me entero que RD esta en primera fila. Según Transparencia Internacional estamos alante alante como nación corrupta. No todo es malo, Leonel lo eligen vicepresidente de la FAO, eso es, la organización de las Naciones Unidas para los alimentos. Óigame, mi hijo, que distinción y que discurso se tiró. Ay, pero si el discurso fuera la práctica, que maravilla fuera.

También me enteré, que de cada 100 dominicanos/as 65 andan armados hasta los dientes. ¡Ay… Santa Válvula blandita para que tantos armamentos! Pero me puse chiquito cuando alguien me advierte que eso no es nada, que en una reciente investigación a niños y niñas de 5 a 12 años les preguntaron que cosas llevarían para realizar un viaje, eso entre 21 objetos, solo para elegir 7. Ya ustedes lo imaginan: Más del 50 % acomodó una pistola en su valija. ¡Mi madre! ¿Y qué es esto?

Pero terminé la tarde de ayer con una alegría profunda. ¡Que bien! Me reuní con un grupo de adolescentes, interesantísimos, están trabajando con otros de su edad y con la niñez de sus barriadas. Quieren participar activamente en el cambio de su sociedad. Con un nivel de criticidad alto y con una pasión enorme por la vida. Sencillamente no se puede pedir más. Llegue a la casa y ahí estaban Emilio y Ariela con una energía desbordante. Llenos de alegría. ¡Y se puede pedir más!

Recordé en la noche como arranqué el día, era 5 de junio, día del medio ambiente. Temprano me fui a la finca de las IBAREDO, las Iglesias Bautistas del patio, allí en medio del silbido de los pájaros y del sonido hermoso de un riachuelo leímos (estaba con un colega pastor, Perfecto; y dos jóvenes: Ignacio y Johanny) el Salmos 104 ¡Cuanta belleza! Levantamos plegarias por nuestra casa grande. Sembramos árboles, y sorpresa: Pude entre la maleza confirmar que unas 9 plantas medianas de caobas criollas siguen ahí, las sembré hace seis años. Cuanta alegría, la vida sigue, hay esperanza.

Estoy despierto desde las 4: 20 am. El rito de siempre: La Biblia, el mueble, el aullido del perro vecino, las avecillas inician su cántico matinal. Estoy inmerso en Colosenses, hurgando sobre la figura de Cristo. A las 5: 15 am prendo la tele, oigo a Altagracia Salazar sacando humor de la trágica Cámara de Cuentas de RD, el órgano del Estado para fiscalizar el buen uso de los recursos de este proyecto de Estado, el presidente de la Cámara ha hecho todos los trucos y encantos para que no lo fiscalicen. Sus compañeros hacen la denuncia, encabezado por el vicepresidente. Ya sabía yo que santos no eran.

Total, eso es jícara de coco. Me anclaré en la esperanza que está guardada en los cielos…voy a revestirme de la nueva humanidad conforme a Cristo, pensé y lo oré. Hoy es 6 de junio. Hoy es igual que ayer, igualito.

Robert A. Bueno.
5 de Junio 2008.

martes, 21 de agosto de 2007

Liderazgo educativo en RD



Introducción


1. La realidad de la escuela dominicana

La situación de la educación en dominicana es altamente debatida. En todas las investigaciones se revela un déficit preocupante. Estamos frente a un sector que hemos avanzado mucho pero pese a ello se entiende pobre los logros alcanzados frente a los desafíos que hay en el sistema educativo dominicano.

En la actualidad se lleva un proceso de planificación estratégica bajo el lema: “Transformar la gestión para transformar el centro educativo”. Este proceso es producto de una evaluación en la cual se reconoce que existen avances en la tasa de cobertura y la disminución de la repitencia. Otros de los factores que se entienden como logros son la ampliación de la educación inicial, la disponibilidad de los textos, la titulación de los maestros, ampliación del desayuno escolar, entre otros aspectos (Valeiron 2006: 22). Toda esta realidad sumando la creación de un nuevo marco legal para el sistema refleja que aun los logros de los aprendizajes de los estudiantes no han alcanzado los niveles esperados.

En ese sentido la educación dominicana ha tenido serios problemas de gestión desde los niveles mas bajo hasta las altas instancias gubernamentales. Por ejemplo, el porcentaje que se dedica la educación en términos presupuestario es muy bajo en relación a los porcentajes que otros países similares ofrecen a sus ministerios de educación. En el caso dominicano, siguiendo a Ceara Hatton (1995: 4-6) se ha determinando que los fondos de los que dispone el Gobierno Central para la educación como son los recursos por programa, subprograma y actividad vinculados con la educación (inicial, básica, media, normalista, técnico-vocacional y adultos) así como la estructura de costos por programa son muy bajos dejando mal parado el discurso de importancia de la educación para el desarrollo nacional frente a una practica que lo desdice.

Se suma a esta realidad el nivel de empobrecimiento de la situación dominicana, pese a ello, hay estudios que señalan que lo peor es una escuela mal gestionada (Valeiron 2006: 23). Una tarea urgente es buscar que la escuela sea gestionada de manera efectiva, en ese sentido, el director es clave por su rol como líder dentro del centro educativo.

Algunos especialistas como Grinberg (1999) ha señalado que las escuelas no efectivas carecen de seis aspectos claves en su gestión:

1) Los propósitos no son comunicados a los estudiantes ni a sus familias, ni aparecen explícitos en la acción pedagógica.
2) Los contenidos curriculares no son asumidos por los maestros, ni en el discurso ni en la práctica.
3) Las estrategias de enseñanzas son principalmente memorísticas y rutinarias
4) La planificación se realiza de forma asistemática y discontinua.
5) La pizarra continua siendo el principal recurso empleado en el aula
6) En la evaluación prima la medición de los conocimientos.

Este es el panorama que tiene el director en su escuela. Con mucha frecuencia agravado por direcciones impuestas por criterios políticos partidista mas que por razones de competencia.

2. La necesidad de un liderazgo pertinente

En la tradición sociocultural nacional se ha manifestado un liderazgo tradicionalmente autoritario. Esta realidad ha perneado el mundo de la escuela donde también el modelo dominante de liderar ha perneado la vida de los directores. En este modelo el director lo hace todo, y como bien señala Senge (2002: 459) impidiendo indagar, reflexionar y unir a las personas en torno a un proceso común.

Esta realidad de liderazgo educativo tradicional es que hace importante abordar esta temática en medio de los procesos de cambios que se vienen experimentando en el mundo. Con la globalización tienen lugar requerimientos emergentes para el quehacer educativo que enfatizan exigencias de rentabilidad, eficacia y eficiencia, productividad y utilidad en una perspectiva empresarial privada. En el discurso educativo de la actualidad globalizada adquieren particular importancia asuntos como la calidad total. Todos estos elementos que anteriormente no se tomaban en consideración en la gestión educativa.
Al instalarse la lógica empresarial en su concepción y formas operativas, calidad y liderazgo en educación pueden quedar en una mera circunscripción de lo educativo a las particulares dinámicas del interés privado.
Todo esto requiere de unos perfiles de liderazgo en la persona del director totalmente diferente al pasado y como indica el profesor José Francisco Disla Sánchez (2005: 57-58) se requiere una dirección con el siguiente perfil:
1) El director debe conocer los principios y la teoría de la administración, tener conocimientos sólidos del campo donde desarrolla su labor, con amplios conocimientos del currículo, de la legislación vigente y las normativas complementarias.
2) Habilidad para tratar con las personas: Capacidad de escuchar, de colocarse en sus respectivas perspectivas, comprender a las personas y armonizar sus variados intereses en beneficio de la institución.
3) Tener sentido de justicia y equidad: Actuar apegado a las normas legales vigentes.
4) Respetar la opinión de los demás: Capacidad de ubicarse en la posición de su interlocutor.
Es obvio, como se puede notar que un aspecto que se entiende clave en el perfil del director es el conocimiento de la teoría y principios de la administración. Este elemento hace que la demanda de formación de los directores este a la orden del día ya que las direcciones escolares tradicionalmente han sido ocupadas por un titulado en el área de la educación donde con frecuencia no se pone mucho énfasis en el aspecto administrativo sino en las cuestiones referentes a las herramientas pedagógicas que debe tener el docente.
2.1. Las diversas teorías de liderazgo
En el esfuerzo de acercarse a los diferentes modelos que se presentan de liderazgo, proveniente del campo de la administración, haremos una breve reseña de los abordajes mas recientes como lo presenta Made Serrano (2005) en su texto sobre liderazgo. Tendremos como marco de referencia la siguiente noción general de lo que es ser líder “toda persona capaz de conducir, guiar o dirigir un proceso provocando que otras personas se sumen a ese esfuerzo”.
a) El liderazgo transformador es aquel capaz de conducir a un desempeño mas allá de las expectativas conduciendo a resultados extraordinarios. Esto provoca que el equipo trascienda a sus propios intereses generando un efecto domino. El liderazgo se entiende como de corte moral y se procura potenciar a las personas.
LLb) El liderazgo transaccional se esfuerza por alcanzar la meta y recompensar o premiar al equipo en función de sus intereses por el trabajo. Este modelo se concentra en corto plazo y cuestiones tácticas teniendo presente el interés del trabajador para cumplir con su rol y así saber premiarlo.
c) El liderazgo centrado en los valores es una tendencia ética del análisis del liderazgo donde se propone no solo hacer el trabajo de manera eficiente sino también cuestionar acerca del sustento moral de la práctica de liderazgo.
d) El liderazgo de la reingieneria esta basado en la revisión fundamental y rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras espectaculares en medidas criticas y contemporáneas de rendimiento.
4. El Director como líder

La dirección y los modelos de gestión.

Conclusión

Bibliografía

Senge, Peter
2002 Escuelas que aprenden. Bogota: Grupo Editorial Norma.

Ceara Hatton, Miguel
1995 Gasto Público en Educación 1985-1994 y Proyecciones para 1995-2006.
Santo Domingo: CIECA.

Made Serrano, Nicolas
2005 Liderazgo, Manejo de conflictos y Toma de decisiones.
Santiago: UTESA.

Disla Sánchez, José Francisco
2005 Antología propedéutico del inicio de la maestría de educación superior.
Santo Domingo: UASD.

Valeiron, Julio Leonardo.
2006 Modelo de Gestión de la Calidad para los centros educativos.
Santo Domingo: Secretaria de Estado de Educación.

viernes, 22 de diciembre de 2006

La cultura que sabe a Dios

Unos de los elementos más hermoso de la tradición cristiana ha sido su capacidad de acercarse a las diversas culturas y resignificarlas, a veces, de no muy buenos modales. Para muchos, esa suerte de vínculo se vería como algo innecesario y hasta mal sano. En estas líneas quiero evaluar las posibilidades y oportunidades de la fe cristiana en su dialogo con las diversas culturas.

Primero, toda cultura es parte del proyecto creador de Dios y cocreador del ser humano, en la buena tradición neortodoxa (muy, en concreto, Emil Brunner) se nos llama la atención a esa bendición de ser parte del proyecto de Dios para los seres humanos y entenderse como unas de las órdenes de la creación o mandato cultural. La expresiones que no reflejen el propósito de Dios se cuentan como expresiones subhumanas.

Es preciso señalar, que desde las ópticas fundamentalistas, se entiende que la cultura humana está divorciada del proyecto de Dios y que los cristianos necesitan salirse de este mundo y vivir con los valores “celestiales”. Jesús en su caminar fue poco ortodoxo con esos abordajes y prefirió contarse con los disidentes. En el testimonio bíblico lo encontramos escandalizando a todos aquellos que se esforzaban por mantener un canon alejado de la vida y el bienestar de la comunidad.

Niebhur en su aporte magnifico a este entendimiento de los vínculos entre Cristo y la cultura señala que esta oposición a toda la cultura humana es irracional y en todo caso ha aportado poco a la expansión de la fe cristiana.

Segundo, hay que reconocer que en este mundo de Dios, a no pocos se les ha ocurrido crear un templo de anti-valores que se expanden por la cultura humana. Que quiero decir, que hay manifestaciones de la cultura humana que en nada ayudan al proyecto de Dios, que en su esencia es crear un ser humano digno. Estas expresiones han estado marcadas por la violencia y el deseo de lucro, regularmente impuestas por las elites económicas, políticas y militares.

Hay que reconocer que la cultura humana ha sido afectada por la caída del ser humano. La ruptura del humano con Dios ha traído como consecuencia prácticas que dañan la vida misma y distancian a la comunidad de un entorno de bienestar y dignidad. Es de justicia reconocer, que por su caída, la cultura no está perdida del todo, ella tiene la posibilidad de enseñarnos para el avance de la misión cristiana; recordemos a san Pablo en medio de los atenienses reconociendo la sapiencia de sus poetas y viendo que en su altar hay un espacio para el dios de la tradición hebrea.

Tercero, hay que recordar que la única vía es la síntesis. La fe cristiana debe encarnarse en este mundo y desde ahí leudar toda la masa. Sin la capacidad de Pablo de Tarso de hacer relevante el mensaje cristiano en dialogo con la cultura greco-romana dominante, la Iglesia cristiana no hubiese pasado más allá de una secta del judaísmo. Este comentario lo hago como un simple historiador, solo con la capacidad de síntesis de hombres como Pablo, Orígenes y San Agustín pudo expandirse con un testimonio fuerte la fe cristiana. Como teólogo reconozco la acción del Espíritu Santo en la expansión del cristianismo pero no dejo de lado el dato histórico.

En las grandes luchas del tiempo de la Reforma, también Lutero hizo lo mismo. El no tuvo la menor duda, la cultura humana había dado un salto con el renacimiento y la ilustración, de ahí la agenda: encarnarse en la cultura del pueblo(idioma y música popular), hacer la iglesia más accesible a la gente, cuestionar prácticas que dañaban la vida humana y abandonar una teología que afirmaba un centro rígido y desfasado. Era la naciente modernidad, nacían los estados nacionales y no se podía sostener la idea del sacro imperio romano. Lutero tenía como única vía seguir el modelo encarnacional de Jesús de Nazaret.

Por último, queremos proponer algunas líneas de aproximación al diálogo fe y cultura.
a) La identidad cristiana se forja en la identidad del testimonio de Jesucristo. Forjar una identidad por oposición, es poco oportuno; sino revisemos las pobres identidades que se forjan por los binarismos dominantes como blanco y negro, hombre y mujer, rico y pobres, etc.

Somos iglesias cristianas por nuestro militante seguimiento al proyecto de vida abundante de Jesús. Esto, a mi juicio, ha sido una limitación del protestantismo dominicano, el cual se ha definido por no ser católico romano, dejando de lado su trasfondo protestante, evangélico y pentecostal. De esa ingenua construcción de identidad nos encontramos con la siguiente expresión: “En Semana Santa, en nuestra iglesia no se celebra nada, porque siete palabras y no se que otras cosas, son prácticas del mundo, eso es católico, eso es ...” .

En buena tradición evangélica, lo más comprensible es que todas las iglesias cristianas recordemos y hagamos recordar el evento más grande de la historia humana. Con Lutero, debiéramos tener la actitud de si hay algo que reformar se reforma. Recordemos la máxima protestante: IGLESIA REFORMADA...SIEMPRE REFORMADA.

b)La Biblia debe ser estudiada a la luz del Espíritu. Parece poco creíble, pero en nuestro medios las confesiones y las doctrinas han limitado el mensaje bíblico. Solo reconocer dos hechos que nos hablan de esto: En el mundo católico por siglos se entendió que los/as cristianos/as comunes no tenían posibilidad de leer el texto todo supeditado a la doctrina del magisterio eclesiástico, desoyendo todos los consejos del texto de que la comunidad buscara la verdad en el testimonio bíblico. Hay que pedir perdón por todos los daños provocados y las condenas cumplidas por el simple hecho de leer La Palabra de Dios.

En el mundo evangélico: Hace 15 años atrás un gran número de denominaciones prohibían y condenaban el uso de pantalones por las mujeres. Esta condena al cuerpo de la mujer, típica en las manifestaciones patriarcales, provocó mucho dolor, disciplina y humillación a miles de mujeres (Tristemente sigue sucediendo), yo no he visto la primera carta pastoral pidiendo perdón y reconociendo que esa interpretación antojadiza y simplemente machista del texto sagrado maltrato a muchas mujeres.

La Biblia es el libro de la vida. Nunca debiera ser supeditada a confesiones y dogmas que en nada avanzan el proyecto de Dios. Una clave de interpretación del texto es su opción privilegiada por la vida.

c)Una respuesta comprensible es que desde una perspectiva misiológica la iglesia cristiana tiene que aprender a dialogar con la realidad del contexto cultural. Rechazar de plano toda la cultura es una respuesta ingenua, más aún si se rechaza de plano las culturas subalternas asimilándose y sacralizándose las culturas dominantes; estas últimas con frecuencia salen airosas recibiendo la sanción positiva de las elites religiosas.

Esta es la explicación para entender la marginación de muchas expresiones culturales de los márgenes. Mientras están en los márgenes les son atribuidas toda suerte de mal hasta que son asumidas por las elites y desde ahí otra es la historia.

El dialogo debe ser honesto y abierto donde la Iglesia aprende y enseña. Mientras más conocemos nuestro contexto cultural más relevante podemos hacer el mensaje de La Palabra de Dios.